En varias oportunidades tuve el gusto de hablar con personas, que me comentaron sobre un “Doctor muy especial”. Alguien con un corazón muy generoso, que no solo ejercía su profesión como medico, sino también se preocupaba por la biodiversidad de Misiones como así también el respeto hacia la comunidad Mbya Guaraní.
El Doctor Luís Honorio Rolon fue un “Misionero, nativo de Iguazú, médico especialista en Ortopedia y Traumatología, creador del Museo Mbororé, la Escuela Aborigen Bilingüe “Fortín Mborore”, co-fundador con Alberto Roth de “Misiones Ecologistas”, desempeño actividades como Concejal de su pueblo”.
Fuente: (Santa María del Iguazú-1626, Autor: Luís Honorio Rolon)
Honorio fue alguien con una visión y un amor por la naturaleza muy noble, buscando en distinta fuentes, aparecen personas que conocieron a Honorio, describen el trabajo y el sentimiento de Honorio hacia la “Selva Misionera”.
En esta edición, el relato de su gestión ambiental por Juan Carlos Chebez, quien compartió parte de su vida y sus sueños.
LUIS HONORIO ROLÓN
En esta edición, el relato de su gestión ambiental por Juan Carlos Chebez, quien compartió parte de su vida y sus sueños.
LUIS HONORIO ROLÓN
Precursores
Un apasionado que cambió la historia ambiental de Misiones. Sembró la red de áreas protegidas, defendió la causa indigenista como propia y fue siempre misionero ante todo, reuniendo bajo un mismo objetivo a propios y extraños.
Un apasionado que cambió la historia ambiental de Misiones. Sembró la red de áreas protegidas, defendió la causa indigenista como propia y fue siempre misionero ante todo, reuniendo bajo un mismo objetivo a propios y extraños.
El hombre
Si hay que describirlo a Rolon, diría que era un personaje muy singular. No era un hombre gris, era un apasionado, jugado, temperamental, totalmente comprometido con todo lo que hacía. Se había recibido de médico en Corrientes y se especializó en traumatología en Buenos Aires, con una excelente reputación entre sus pares; después volvió a su terruño natal pudiendo quedarse en Buenos Aires en mejores condiciones, porque él no podía vivir lejos de Iguazú. Aquí se puso a hacer cosas extras de su tarea de médico; armó, por ejemplo, un museo con reliquias familiares y su biblioteca, lo que es hoy el Museo Mbororé. El museo estaba en la galería comercial privada de su propiedad y en vez de alquilar el lugar, puso en marcha este proyecto.
Otra cosa que lo pinta de cuerpo entero es su relación con los indígenas, él decía que tenía sangre india. Tenía una sensibilidad muy grande con ese tema… un hermanamiento espiritual con los aborígenes.Cuando estuvo enfermo, fue hacerse curaciones con los médicos guaraníes en Andresito y no lo hacía con un rasgo de desesperación, lo hacía porque toda su vida osciló entre dos creencias: la madre que le había trasmitido la fe católica y ese hermanamiento guaraní; ya al final tuvo una vuelta al catolicismo. En el interín compartí esa cosmovisión tan particular que tenía sobre el aborigen en todos los aspectos. Por eso ayudó a fundar y armar la primera escuela bilingüe donde se los enseñaba el castellano y el guaraní, en el asentamiento Fortín Mbororé, con el madrinazgo de Ángela Sánchez.
Rolón tenía una cosmovisión naturalística: “No hay guaraní sin selva”, decía. Defendiendo la causa ecológica, defendía al guaraní.Murió en su querido Iguazú en enero de 1992.
Hoy lo recuerdan un Parque Natural Municipal en Puerto Iguazú a dos cuadras de la su casa; el Museo Mbororé; un salto en Dos de Mayo que se llama Salto Rolón; el Parque Provincial Puerto Península Luís Honorio Rolón en Puerto Iguazú y hay una calle en Oberá que lleva su nombre.
Si hay que describirlo a Rolon, diría que era un personaje muy singular. No era un hombre gris, era un apasionado, jugado, temperamental, totalmente comprometido con todo lo que hacía. Se había recibido de médico en Corrientes y se especializó en traumatología en Buenos Aires, con una excelente reputación entre sus pares; después volvió a su terruño natal pudiendo quedarse en Buenos Aires en mejores condiciones, porque él no podía vivir lejos de Iguazú. Aquí se puso a hacer cosas extras de su tarea de médico; armó, por ejemplo, un museo con reliquias familiares y su biblioteca, lo que es hoy el Museo Mbororé. El museo estaba en la galería comercial privada de su propiedad y en vez de alquilar el lugar, puso en marcha este proyecto.
Otra cosa que lo pinta de cuerpo entero es su relación con los indígenas, él decía que tenía sangre india. Tenía una sensibilidad muy grande con ese tema… un hermanamiento espiritual con los aborígenes.Cuando estuvo enfermo, fue hacerse curaciones con los médicos guaraníes en Andresito y no lo hacía con un rasgo de desesperación, lo hacía porque toda su vida osciló entre dos creencias: la madre que le había trasmitido la fe católica y ese hermanamiento guaraní; ya al final tuvo una vuelta al catolicismo. En el interín compartí esa cosmovisión tan particular que tenía sobre el aborigen en todos los aspectos. Por eso ayudó a fundar y armar la primera escuela bilingüe donde se los enseñaba el castellano y el guaraní, en el asentamiento Fortín Mbororé, con el madrinazgo de Ángela Sánchez.
Rolón tenía una cosmovisión naturalística: “No hay guaraní sin selva”, decía. Defendiendo la causa ecológica, defendía al guaraní.Murió en su querido Iguazú en enero de 1992.
Hoy lo recuerdan un Parque Natural Municipal en Puerto Iguazú a dos cuadras de la su casa; el Museo Mbororé; un salto en Dos de Mayo que se llama Salto Rolón; el Parque Provincial Puerto Península Luís Honorio Rolón en Puerto Iguazú y hay una calle en Oberá que lleva su nombre.
Fuente:http://www.elparanaense.com.ar/ep/index.php?option=com_content&task=view&id=351&Itemid=98
Es interesante como siendo un doctor, pudo reunir a personas que conocen sobre “Medio Ambiente”, pudiendo así lograr una intensa e impecable labor.
Como comentaba Juan Carlos Chebez, realmente Honorio era un apasionado que cambio la historia ambiental de Misiones.
Juan Carlos Chebez
Es en la actualidad uno de los naturalistas argentinos más prestigiosos, siendo un referente para los temas de especies amenazadas y la problemática de las áreas naturales protegidas de nuestro país. Con tan sólo 13 años fundó y dirigió una entidad ambientalista: Asociación Pro Co
nservación de la Naturaleza Argentina. Entre los años 1982 y 1989 se desempeñó en diversos cargos de la Dirección Técnica de la Fundación Vida Silvestre Argentina, desde donde impulsó grupos de trabajo de los cuales surgieron investigadores, naturalistas y conservacionistas que hoy ocupan importantes cargos en instituciones gubernamentales y ONGs.Escribió numerosos artículos sobre ornitología, mastozoología y conservación, y varios libros, entre ellos: Mamíferos silvestres del archipiélago fueguino (1993), Los que se van, Fauna misionera (1996) y Guías de las reservas naturales de la Argentina (2005-2006).
Es interesante como siendo un doctor, pudo reunir a personas que conocen sobre “Medio Ambiente”, pudiendo así lograr una intensa e impecable labor.
Como comentaba Juan Carlos Chebez, realmente Honorio era un apasionado que cambio la historia ambiental de Misiones.
Juan Carlos Chebez
Es en la actualidad uno de los naturalistas argentinos más prestigiosos, siendo un referente para los temas de especies amenazadas y la problemática de las áreas naturales protegidas de nuestro país. Con tan sólo 13 años fundó y dirigió una entidad ambientalista: Asociación Pro Co
nservación de la Naturaleza Argentina. Entre los años 1982 y 1989 se desempeñó en diversos cargos de la Dirección Técnica de la Fundación Vida Silvestre Argentina, desde donde impulsó grupos de trabajo de los cuales surgieron investigadores, naturalistas y conservacionistas que hoy ocupan importantes cargos en instituciones gubernamentales y ONGs.Escribió numerosos artículos sobre ornitología, mastozoología y conservación, y varios libros, entre ellos: Mamíferos silvestres del archipiélago fueguino (1993), Los que se van, Fauna misionera (1996) y Guías de las reservas naturales de la Argentina (2005-2006).Fuente: http://www.fundacionazara.org.ar/Lafundacion/Staff/Chebez.htm
Considero importante valorar las enseñanzas que nos dejan la gente que sabe, Hororio fue un noble ejemplo.
En el caso de Juan Carlos realmente elabora unos trabajos extraordinarios, una persona muy agradable con destacados conocimiento sobre la biodiversidad.
Espero que recuerden la labor de Honorio, y se informen acerca de Juan Carlos Chebez, que realmente trabaja a lo largo y ancho del país, dejando importantes datos y conocimientos ecológicos.
Cordialmente Marisol.
Considero importante valorar las enseñanzas que nos dejan la gente que sabe, Hororio fue un noble ejemplo.
En el caso de Juan Carlos realmente elabora unos trabajos extraordinarios, una persona muy agradable con destacados conocimiento sobre la biodiversidad.
Espero que recuerden la labor de Honorio, y se informen acerca de Juan Carlos Chebez, que realmente trabaja a lo largo y ancho del país, dejando importantes datos y conocimientos ecológicos.
Cordialmente Marisol.
1 comentarios:
Coincido, digno de recordarlo.
Saludos. :)
Publicar un comentario