A través de lo cotidiano, siempre está la oportunidad de reflexionar sobre algunas cosas, hoy me gustaría compartir una nota que escribió una amiga, y habla sobre la importancia de “Darnos tiempo para la mesa familiar”, sin duda es más que nutrición para el cuerpo, es compartir con la familia en la rutina diaria, una fuente de amor, sabor, felicidad y sobre todo fundamenta los valores que nos da dignidad en esta sociedad.
Silvia Álvarez es asesora en dietas naturales y organizadora de proyectos en pos del bien de cada individuo como parte de un todo, desde 1992 recorre el país con el mensaje de tomar conciencia a través de cambios en los hábitos, con el fin de hacer fluir ideas nuevas que generen un estado de mayor libertad y bienestar.
Por supuesto visito la provincia de Misiones entre otras compartiendo comidas tradicionales e implementando sus conocimientos culinarios, por cierto Silvia sabe variedades de recetas, preparaciones deliciosas.
También es una trabajadora incansable en la temática medioambiental trabajando en la ONG Abuela Naturaleza, dando sus aportes en el trabajo de huertas, como así también concientizando en lo que es el reciclado de residuos, donde se trabaja con éxito en la localidad de Morón, provincia de Buenos Aires.
Demás está decir que Silvia es una excelente persona, siempre dispuesta a ayudar.
No te pierdas esta nota, realmente deja una interesante enseñanza.
Darnos tiempo para la mesa familiar
La observación de los residuos domiciliarios da como resultado que cada vez más se encuentran en la basura envases de alimentos envasados, industrializados, gaseosas, alimentos frizados, frente a una reducción de restos de comidas más naturales como verduras, carnes frescas y comidas preparadas en el hogar. Esto es debido al poco tiempo que tienen las familias, para dedicar a la elección y la elaboración de la comida familiar, como así también la fuerte influencia que tiene la publicidad de alimentos industrializados cargados de químicos , conservantes, vitaminas sintéticas etc. , que nos hacen creer que nos darán la vitalidad y la salud al momento de ingerirlos. La mama , que siempre fue el símbolo de la nutrición, ya perdió el instinto ò la preocupación amorosa del cuidado de su familia, por la preocupación de sostener el estatus familiar (el último auto, los electrodomésticos, las vacaciones en lugares sofisticados, mantenerse delgada y bronceada todo el año) o en muchos casos será el único sustento de su familia, debiendo por este motivo trabajar muchas horas fuera del hogar, sin darse cuenta que al perder los buenos hábitos van en detrimento de su salud y la de su familia. Estas comidas hechas en casa y el estar toda la familia en la cena ò el almuerzo alrededor de la mesa permiten también el dialogo entre padres e hijos, nos conectan con nuestras tradiciones religiosas, culturales y familiares. Debemos luchar y me incluyo, con mucho esfuerzo. En cualquier diccionario lucha es enfrentar la propia voluntad a la voluntad del otro en este caso el sistema que nos pide más horas de trabajo , más horas viajando para llegar al trabajo, rendir, rendir , dejamos espacios muy prolongados entre comidas, comemos de prisa y muchos comemos y seguimos trabajando, debemos comer solos, lejos de la mesa familiar. Luchar contra la presión publicitaria, las modas de los fast food , los intereses comerciales, las dietas de moda. Permitirnos realizar aquello en que consiste ser una familia: cuidarnos unos a los otros, compartir cosas, recorrer juntos el camino de la vida en armonía, con sencillez y en paz.
Pero comer juntos no es todo, debemos aprender a elegir, el alimento que llevamos a nuestra mesa familiar deberá ser fresco, si es orgánico mejor, aprendamos a combinar los alimentos para que cumplan una función reparadora , nos den energía y protejan nuestra salud, que no dejen residuos en nuestro organismo (químicos) y ni en el planeta ( plásticos, cartón etc.)Es necesario establecer una ingesta centrada en una equilibrada balanza con frutas frescas por su aporte de vitamina C (cítricos ); verduras como zanahorias, tomates y pimientos (fuentes de carotenos con propiedades anticancerígenos); dosis razonables de carnes con poca grasa, huevos y lácteos descremados; hidratos de carbono (como pastas), y veremos que nuestra salud mejorara y también nuestra economía se verá favorecida.
Como así también respetar los ritmos del planeta, horas de actividad, horas de descanso, buscar espacios de recreación, darnos tiempo para estar en un parque, ver los árboles , los pájaros, caminar y aprender a respirar, disfrutando el aire fresco, sabiendo que también la respiración es alimento para nuestro organismo. Darnos tiempo para tomar agua y disfrutarla, no beber litros y litros sin conciencia, o lo contrario no tomar ni una gota en el día por estar sumergidos en nuestro trabajo.
La vida es una lucha!! Pero luchar por amor a nosotros mismos y nuestra familia hace que sea un acto noble y hermoso.
Agradezco la cordialidad de Silvia Álvarez quien accedio a compartir parte su material en Marisol Invita.
Informate sobre la labor de Silvia en:
Alimentación Natural: http://alimentacionsilviaalvarez.blogspot.com/
Abuela Naturaleza::Medio Ambiente y Ecología: http://abuelanaturaleza.blogspot.com/search/label/alimentaci%C3%B3n%20ecol%C3%B3gica
Aprender a morir y aprender a renacer….
Hace 8 años
