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“El paseo de Marisol por el Macuquito de Puerto Esperanza”.


Hoy Marisol Invita a recorrer un lugar especial de Puerto Esperanza, Misiones, un espacio verde que aún se conserva unido a la ciudad. Para quienes conocen Puerto Esperanza saben que este espacio verde es una porción de “Biodiversidad” que sobrevive, de las largas y extensas hectáreas que esta vegetación ocupaba. Se trata de un pequeño rincón de la selva misionera, llamada “Macuquito”, ubicado a pocos metros del centro de Puerto Esperanza, este pueblo tan hermoso, que deslumbra entre sus caminos y espacios verdes combinado con el medio urbano, bordeado de arroyos, mucha vegetación, una pequeña variedad de aves, y algunos curiosos insectos, muy vistosos en colores y forma de manifestarse en la naturaleza. Muchos hogares, aroma a sabores típicos, y su gente, tan calida y agradable de tratar.

Las personas que me conocen y saben que nací y viví en Buenos Aires, y la vida me regala esta oportunidad maravillosa de sentirme “Esperanceña”, (Puerto Esperanza), en estos dos años que llevo aquí vividos, en la inmensidad de la “Tierra Colorada”, me da una profunda felicidad, compartir con ustedes y transmitirles, y porque no contagiarlos con las bondades de esta provincia de Argentina que se llama Misiones.
El día de hoy se transforma en un día particular, muchas veces esta en mi deseo salir a caminar con Alejandro, el amor de mi vida, pero no siempre esta al alcance de nuestros horarios debido a las obligaciones. Bienvenido hoy, la hora llego, para salir del espacio urbano, y disfrutar del “Macuco”, para quienes están acostumbrados a la ciudad, ruidos, asfalto, pequeñas hileras de árboles Urbanos, la clásica “Tipa”, entienden que al llegar a la biodiversidad que ofrece el macuquito, es encontrar la plenitud, y la fortaleza ante las pupilas que comienzan a fotografiar cada misterio de este lugar, elevados y frondosos árboles, las lianas reclinándose sobre ellos, las copas de las distintas especies de árboles, se unen dando sombra, fresco, y ganas de observar, cada gen, cada individuo, un ecosistema biótico, que se nutre, y despliega, profundos caminos, tierra fresca, humedad, silencio, troncos caídos, plantas, flores, el cantar de las aves, pájaros como el vente veo posado en las ramas, algunos insectos, se desplazan las mariposas, vida y color, el musgo travieso se apodera de los troncos de los individuos que se mantienen de pie, no hablan pero sienten, los autóctonos árboles, entre ellos aparece de tanto en tanto el reino fungí, sombreritos enanos, hongos, que llaman la atención.
Más verde, más paz, silencio, y el gusto de disfrutar un lugar tan importante como el “Macuquito”. Poco a poco, paso a paso, salimos nuevamente a las calles de Puerto Esperanza, continúa el silencio, es el horario de la siesta, empalmamos el camino a casa, y en la mano frutitos de Pindo, que se encuentran en las veredas, en nuestros ojos reboza el colirio de la biodiversidad misionera, y el corazón completamente feliz por este paseo pequeño, pero digno de mencionar, no sólo para compartir la belleza del pueblo, sino también recordar, hábitos y costumbres de nuestra vida cotidiana, puesto que se situaba en el lugar muchos residuos, tales como latas, envases plásticos, vidrio, materia inorgánica que perjudica el ambiente, sabemos que no se degrada y no sólo daña al ambiente, obstruye la belleza del paisaje.
Espero que hallan utilizado un recurso muy único que posee el ser humano, “la imaginación”, y sentir aunque sea un instante, la paz interior.
Gracias por acompañarme y recordar la importancia del “Desarrollo Sustentable”, (Económico, social y ecológico), podemos poseer grandes sumas de dinero, pero si perdemos los recursos naturales, el dinero es solo papel pintado sin valor alguno, si perdemos la fuente de vida, “el Agua”, “la Tierra fértil”, “la Flora y la Fauna”, “el Aire Puro”, nada somos, no se trata de no tocar nada, simplemente usar los recursos naturales acorde al equilibrio que implica cada uso, respetar los parques y reservas naturales, no tirar los residuos en cualquier parte por comodidad, por no acercarnos al cesto de basura, ya que el viento y la escorrentía, arrastra todos los residuos contaminando, el área natural, evitar la caza furtiva, la pesca con herramientas inadecuadas que terminan lastimando a diversas especies acuáticas, y algo que tanto cuesta implementar, un plan de gestión acorde a cada industria, a cada empresa, producción limpia.
Si todos contribuyéramos de algún modo, comprenderíamos, que esto es fundamental para conservar nuestras vidas, a corto plazo, no lo sentimos, decimos que loco el clima, hace un calor insoportable, a las pocas horas, la lluvia inunda la ciudad, no es el clima y las temperaturas que perdieron el control, todo afecta, la contaminación se dispersa en todo el mundo, a largo plazo se sentirán los resultados negativos, que lamentablemente será la triste herencia que dejaremos para las futuras generaciones.
Alguien dijo, no somos dueños de la tierra, es solo un préstamo a corto plazo, disfrutémosla, amémosla, y cuidémosla, para que continué generación tras generación.
Y Quien de verdad ama a sus hijos, a sus nietos, a sus bisnietos, saben bien, que no es en vano reflexionar y procurar un “Planeta Sano”.
Complemente feliz, Marisol Invita saluda a todas las personas que siempre la acompañan, y le brindar un lugar en el corazón.
Hasta siempre y que hallan disfrutado tanto como yo.
Siguen en pie, muchas sorpresas.
Besos. Marisol.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Marisol por esas palabras maduras, pertinentes y magicas, como siempre. Dan ganas de volver a Argentina, a Misiones, abrazar esos paisajes bellos y magicos, y de seguir luchando por un mundo mejor... con maravillosas y alegría! Muchas suerte, Mathias (de Breyne)